Mi experiencia en Canadá

11.Marzo.2020 | Bachillerato

Una de nuestras alumnas, Lucía Blázquez, está viviendo una experiencia inolvidable en Canadá. Consiguió una beca del programa de la Fundación de Amancio Ortega. Está estudiando en Crescent Heights High School, una escuela pública de secundaria en la ciudad de Medicine Hat, de la provincia de Alberta. Tiene más de mil trescientos alumnos y es uno de los cuatro institutos de la ciudad, que cuenta con una población de sesenta mil habitantes.

Para acceder a ella tuvo que cumplir una serie de requisitos y superar distintas pruebas, entre ellas, una de inglés. De las 1800 personas que pasaron a la siguiente fase, una entrevista por Skype, seleccionaron a 600, el número de becados en esta edición.

Le hemos pedido que nos cuente su experiencia y aquí está el relato:

“Habiendo pasado ya seis meses en Canadá, echo la vista atrás y recuerdo con nostalgia el día en que llegué. Fue un viaje largo, pero tuve la suerte de hacerlo junto a una de las personas que más me ha ayudado desde que llegué. En ese momento no podía ni imaginarme lo importante que iba a ser conocer a otra española pasando por una situación similar a la mía. Gracias a ella conocí a otras internacionales, ya que en mi instituto solo somos dos. De hecho, prácticamente cada persona que me han presentado va al otro instituto, pero al final eso hace que tenga distintos grupos de amigos. También fue gracias a su insistencia que acabé uniéndome al equipo de lucha y no podría estar más agradecida. He descubierto un deporte que me encanta y he conocido a personas increíbles. Así mismo he de agradecerle mi participación en todas las actividades para internacionales, ya fuesen excursiones a lugares impresionantes o actividades que seguramente no tendré más oportunidades de realizar, como pescar en un lago congelado.

En cuanto a mi familia de acogida, he de decir que estoy encantada. Son un matrimonio con cinco hijos de los cuales solo dos viven en casa y los dos mayores se han casado este año por lo que he podido asistir a dos bodas canadienses. Solo pude presenciar una de las ceremonias ya que la primera la hicieron en el templo de su religión en el que no se me permite entrar al no estar bautizada en su religión. Se podría pensar que el hecho de que seamos de religiones distintas es un problema, pero en realidad ir a su misa me ha hecho conocer a varias de mis actuales amigas e ir a sus actividades hizo que tuviese planes las primeras semanas en las que aún no conocía a nadie.

Con respecto a lo académico, las clases aquí son mucho más fáciles y tienen algunas opciones muy entretenidas, como drama o cosmetología.

Estando aquí he probado muchas cosas nuevas y la mayoría me han gustado Obviamente, no todo es perfecto, hubo momentos en los que estuve de bajón, echando de menos España, su comida, tus amigos y familia; hubo días en los que me sentí sola y daba la sensación de que el mundo está en tu contra. Sin embargo, sé que son esos días los que más me han hecho crecer como persona, aprender a mirar las cosas con otra perspectiva y seguir adelante, porque un mal día no puede arruinar una experiencia tan increíble como la que estoy teniendo la suerte de disfrutar.

En resumen, mi experiencia en Canadá está siendo fantástica y, aunque tenga sus altos y sus bajos, no lo cambiaría por nada. Espero poder disfrutar de estos últimos 4 meses tanto más como los 6 que ya han pasado.”

Felicidades desde aquí por tus logros y mucho ánimo para vivir esta experiencia.


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